Los autores de este proyecto que interviene un viejo apartamento del casco antiguo de la ciudad utilizan todos los recursos en su mano para atraer la luminosidad y ordenar el espacio con un estilo nórdico moderno que insufla nueva vida al espacio. El interiorismo obra el milagro de extraer un diamante en bruto de un origen imposible.
Con motivo de la Barcelona Design Week 2017, YLAB Estudio de Arquitectura mostró al público que hacía el recorrido por los mejores proyectos de la ciudad, una vivienda privada inédita en el barrio de Ciutat Vella de Barcelona. El proyecto ha sido completamente diseñado por YLAB Arquitectos con la colaboración de prestigiosas marcas internacionales de diseño y de reconocidos artistas.
El proyecto asume la reforma interior de un apartamento situado en el distrito del barrio gótico de la ciudad, con vistas a la Plaza del Ayuntamiento. Sus nuevos propietarios, de origen holandés, querían convertirlo en un espacio abierto con ambientes bien comunicados, llenos de luz y diseño de influencia nórdica que obligaba a trabajar los espacios con mobiliario mid-century.
El proyecto incluye la completa redistribución de la vivienda original, fuertemente compartimentada, sustituyendo la principal pared de carga por una gran viga metálica. Así se consigue un espacio común para la sala, con cocina e isla, separada del dormitorio principal y de un pequeño estudio para invitados por dos paneles con puertas correderas.
La apertura de los espacios cambia por completo la configuración del viejo apartamento, abre los rincones a la luz natural y permite disfrutar de más metros cuadrados en espacios que, lógicamente, comparten funciones para poder responder a las exigencias de hoy.
Los acabados interiores consiguen un estilo nórdico e industrial mediante el pavimento de cemento continuo color gris, pinturas y lacas blancas y piezas de mobiliario a medida de madera.
Se han dejado a la vista las vueltas del techo o bovedillas, pero convenientemente pintadas de blanco, el mismo color que anima las paredes de todo el proyecto. Este recurso aporta luminosidad al apartamento, unifica paredes y techos de considerable altura, y amplía visualmente los espacios.
Para contrarrestar la gran altura de los techos se ha solucionado la iluminación artificial con lámparas de suspensión que bajan hasta una altura poco superior a la de las personas, con lo que los espacios nocturnos ganan en intimidad.
La aparente frialdad de los tonos blancos y grises que se apoderan de todo el apartamento, se interrumpe de forma grata en la cocina con una isla de madera Danzer muy cálida.